martes, 7 de junio de 2011

Un personaje de leyenda

Mariano me cuenta

algunas cosas

Como todo el mundo sabe, yo no trabajo. Todos los lunes, sean al sol, o bajo la lluvia, son eso, lunes, otro día más de descanso. Pues bien, un lunes, de esos lunes del pueblo en que, por mi calle, no pasa un alma en media hora, me encontré con Mariano. Yo sabía que Mariano existía, le había visto por aquí y por allá, en el médico, comprando pan, cruzando, con rumbo sin duda, la Plaza. En ese lunes, le hablé.

- Perdone, ¿es usted del pueblo?

- De toda la vida, me respondió, con una mirada que era toda una pregunta llena de dudas.

- Dispense, es que me dedico a escribir, y me interesan las cosas de Colmenarejo.

- Con las cosas de aquí, nadie gana dinero – replicó secamente.

Ni él, ni yo, teníamos trabajos urgentes para hacer así que la conversación siguió, caminando hacia el Cementerio por la calle Madrid.

Supe que es Mariano, que tiene 70 años, que cobra una pensión de mierda, que la guerra dejó a su familia en el puto campo y que ha tenido que trabajar como un burro para llegar hasta la calle Madrid, en un jodido lunes, a las doce del mediodía y sin nada que hacer para toda la tarde.

Desde entonces hablamos algunos días y nos contamos nuestras impresiones de Colmenarejo.

hombre de espaldas


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