¡ Echate a la calzada,
por las aceras
vas a ir muy mal !
Hace pocas semanas, nuestro pueblo y, en su nombre, el Ayuntamiento, se adhirió a la campaña de una semana de promoción de la movilidad, en los entornos urbanos de la comunidad. Hubo diversos actos de información y exhibición de entidades implicadas en las facilidades de movilidad.
Pero, nos llama marcadamente la atención, el que no se puedan enseñar realizaciones en el campo de la eliminación de barreras arquitectónicas en las calles del municipio.
He aquí un escueto breviario de algunas de las dificultadas que, en el deambular diario, por nuestro pueblo, encuentran minusválidos, personas con movilidad reducida y madres que usan cochecitos de niño.
Una “facilidad” muy original, abundante en el municipio, consiste en situar postes en medio de las aceras.
Resulta que los pasos peatonales más frecuentados, sobre la carretera de Valdemorillo (y algunos más), tienen un lado adaptado y el de enfrente con bordillo, con lo que, si empiezas a cruzar, te encuentras pillado en una trampa, con la consiguiente obligación de circular compartiendo con los coches la calzada hasta encontrar un vado.
Varios ejemplos de comportamiento incívico de comerciantes y automovilistas que dejan las aceras estrechas, a veces imposibles. La mayoría de estos comportamientos se podría solucionar con una ronda regular de advertencia de los policías municipales.
En la reforma de calle de Madrid, que celebramos efusivamente, han dejado al criterio libre y poco documentado de los operarios la solución de las uniones con otros pavimentos. Han colocado bordillos transversales de altura excesiva, e innecesaria, donde vienen a tropezar bajos de sillas de ruedas y de “scooters” de movilidad reducida.
Si van a girar desde la carretera a la calle Revuelta (estanco), cuidado con la trampa de la esquina: hay que calcular muy bien para no quedarse enganchado con tanto hierro si vas en silla de ruedas, “scooter” o con carrito infantil. Muchas gracias por la protección, pero déjeme andar por favor.
Estos han sido meramente unos ejemplos, entre las numerosísimas dificultades que se encuentra en movilidad en todo Colmenarejo. Sería muy de festejar que, en el próximo “Día de la Movilidad”, se pudiera presumir de la preocupación municipal dejando resueltos alguno de esos puntos negros.