ESTUVIMOS en la concentración silenciosa de repulsa al atentado de eta.
Nos ilusionó la idea y acudimos para, una vez más, testimoniar nuestra solidaridad con la víctima. La llamada a la convocatoria no es necesario comentarla; la respuesta de este pueblo, sí. La escasez de la asistencia no tiene disculpa, es vergonzosa. Eso sí, los que estuvimos ante las banderas a media asta, ESTUVIMOS. Y nuestra presencia contra la barbarie continuará.