domingo, 15 de noviembre de 2015

Extraña diversión (según se mire)

burlintonarcadeviajeslondres

ESCAPARATES EN COLMENAREJO

Uno de los pasatiempos que, en Madrid, me gustaba practicar, era mirar escaparates. Tenía mi alcance todo lo que se podía comprar, tuviera o no tuviera dinero en mi bolsillo. Alguna vez había suerte: tenía dinero y encontraba algo que me gustaba; la mayor era que me gustaban las cosas pero no era posible comprarlas. Cuando ya llegamos a "mayores" este asunto se estabiliza bastante, sobre todo, viviendo en Colmenarejo, con frecuencia puedo comprar, pero no veo qué.

Y es que este pueblo no tiene escaparates. El comercio que hora la propaganda llama "de proximidad", "pequeño comercio", "comercio amigo", "comercio de toda la vida", no nos coloca mercancía a la vista, no nos estimula la compra. Alguno diría, y yo lo he oído bastantes veces: "es que no hay nada...", y se va a Madrid capital. Si, ya lo se, hay centros comerciales cercanos, pero te aburrirá la monotonía de los escaparates de confección, zapatos, perfumerías y diversos preparados con pan y chicha rápidos de todas las banderas universales.

Yo quiero tiendas, con escaparates surtidos de cosas que no nos hacen falta, pero que nos gustan; no trapitos de todos los colores y hechuras, que ya nos los compramos antes de quedar desnudos cuando nos hacen falta.

Quiero tiendas:

  • LIBRERÍAS, para perderme en ellas y ponerme a día de lo que se puede leer.

  • JUGUETERIAS, para ver los juguetes que quería cuando no tenía dinero, o comprar algo para mis nietos.

  • FERRETERÍAS, para encontrar la herramienta, último invento y llevármela a sabiendas de que nunca la voy a usar.

  • RELOJERÍAS/JOYERÍAS, para ver en su vitrina el Rolex automático que nunca tendré, y entrar a que me cambien la pila del "peluco".

  • FOTOGRAFÍA, para ver la Leica que tuve que vender para un veraneo, y comprar una tarjeta de memoria de 16 Gb

  • FLORISTERÍAS, para comprar una plantita de vez en cuando, o un ramito de violetas "como siempre sin tarjeta..."

  • DROGUERÍAS, para compra colonia de "abrotano macho" y matarratas que, ¿quién sabe? puede hacer falta.

  • INFORMATICA, para comprar un "pen-drive" y ver el Super-PC que tendré cuando se estropee éste, que dura más que la pana.

  • MATERIAL DE ARTE, por si alguna vez me decido a hacer lo que siempre he querido, pintar.

  • ELECTRÓNICA, bueno, esto lo quiero para algo que mantengo en secreto, no vaya a ser que alguien piense lo que no es.

Creo que faltan algunas tiendas, con sus correspondiente escaparates, pero no me gustaría que me llamaran acaparador, ansioso, consumista, etc.

Ya lo saben los emprendedores del "comercio de proximidad", en Colmenarejo hay espacio para sus negocios. Hay que luchar, hombres preparados... Además en Colmenarejo hay muy buen aire, se vive bien, y no nieva casi nunca.

1 comentario:

  1. Michel:
    En los pueblos pequeños, donde se instala un "mercadona" o un "ahorramás" o cualquiera otra empresa de distribución a escala nacional, desaparece el "comercio de proximidad". Un eufemismo, esto último porque estas medianas superficies cada vez las ponen más cerca "más proximas", a los vecinos y por tanto absorven a todos los clientes, quedando para este comercio minorista solo los casos de emergencia.
    Además estas empresas son capaces de remover cualquier obstáculo de protección urbanistica o de molestias a los vecinos bajo la pertinaz advocación de que "esto es lo mejor para el pueblo", a la que casi ningún politico que se precie es capaz de resistirse.
    Me temo que, salvo alguna excepción, toda tu curiosidad por escudriñar los escaparates se queda limitada a darte un paseo por la Calle Madrid, cuyos comercios sobreviven como pueden, y a la visita semanal a algún "mercadona".
    Tambien coincido contigo en que en Colmenarejo se respira bien.
    Antonio Sanchez

    ResponderEliminar